Argentina no pudo comenzar con un triunfo en su camino en la Copa América de Brasil: igualó 1-1 ante Chile en el estadio Nilton Santos de Río de Janeiro. El seleccionado albiceleste marcó distancias desde el juego en la etapa inicial y sacó ventaja gracias a un tiro libre perfecto de Lionel Messi. Pero se quedó en el complemento y se le escurrió la victoria en la conquista de Eduardo Vargas, quien tomó el rebote del penal que Dibu Martínez le tapó a Arturo Vidal.
Ni 4-3-3 ni 5-3-2, dibujo que sugerían desde el complejo de Ezeiza que podía utilizar la Selección. El elenco argentino se paró con un 4-4-2, con Nico González flotando sobre la izquierda, siguiendo al lateral Mauricio Isla, pero al mismo tiempo siendo agresivo en ataque. Así y todo, los primeros compases fueron de Chile, que juntó sus líneas para no dejar resquicios y presionó en bloque. De esa manera, incomodó a su adversario.
Resultó casi un calco de lo que ocurrió en Barranquilla ante Colombia, por Eliminatorias: Argentina jugó un buen primer tiempo, justificó la ventaja, pero evidenció mandíbula floja en la segunda parte. Así, como en Santiago del Estero hace dos semanas, repitió el 1-1 ante Chile. Y deberá encontrar regularidad en su juego (y firmeza en defensa) para revalidar sus credenciales de candidato al título. El viernes, ante Uruguay en Brasilia, tendrá la posibilidad de hacerlo.