Sin despeinarse, con contundencia, Boca cumplió con su misión: goleó 3-0 a The Strongest en la Bombonera y se clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores. Agustín Almendra, Sebastián Villa y Valverde en contra convirtieron para el Xeneize, que quedó como escolta de Barcelona de Ecuador en el Grupo C, relegando a Santos a la Copa Sudamericana.
Con cambio de esquema, dos carrileros para hacer ancho al equipo y el ingreso de Edwin Cardona para inyectarle volumen de juego al equipo, Boca firmó un plan para no pasar zozobra. Lo asistió el destino, la pelota perdida en el borde del área a los dos minutos de acción y el remate perfecto de Agustín Almendra para que el Xeneize abriera el marcador y se despojara de los nervios.
A partir de allí, los orientados por Miguel Ángel Russo movieron el balón de derecha a izquierda, con Cardona, Almendra y Varela muy activos, y Tevez y Villa rotando y ofreciéndose como alternativas, monopolizando el protagonismo. Por las bandas, Boca fue más profundo. Como en el centro de Capaldo que un defensor boliviano casi introduce en su propia valla. O el remate ancho de Fabra, tras deliciosa asistencia de Edwin.
Ni la lesión de Almendra (en su lugar ingresó Campuzano, de características más de corte) cambió la fisonomía del encuentro. Sólo a través de alguna distracción (como en la pelota parada en la que la convirtió Willie, pero en fuera de juego), The Strongest llevó algo de peligro serio.
Así, el partido se enfocó en la expectativa de ver cuándo Boca podía hacer caer nuevamente la valla de la visita. Sucedió a los 44 minutos, con una acción que comenzó en el área propia y adquirió aceleración a partir del globito de Cardona para la entrada de Fabra, quien envió el centro al medio para el toque solitario de Villa, quien anotó el 2-0
Boca continuó dominando a placer y Villa, cada vez que le propuso, desbordó. Como a los 10 minutos del complemento, cuando eliminó a un rival como su fuera un cono, llegó al fondo y cedió para el ingreso de Tevez. Sin embargo, Gabriel Valverde, en su afán de rechazar, terminó batiendo a su guardameta. Y selló involuntariamente el 3-0.