Los domicilios de dos jugadores del París Saint-Germain (PSG), uno de ellos el argentino Ángel Di María, fueron atracados este domingo, mientras el equipo perdía 2-1 ante el Nantes en la Ligue 1, informó el club francés. El argentino que acaba de renovar su contrato con el el club, dejó el césped poco antes de la hora de juego, reemplazado por su compatriota Leandro Paredes.
Según las primeras informaciones, se trató de un robo y un secuestro de un familiar del futbolista en su hogar en París.Tancredi Palmeri, corresponsal de CNN y beIN Sports informó que los ladrones ingresaron al domicilio y se toparon con los seres queridos de Di María, por lo que la situación se tornó “extremadamente violenta” y se transformó en un secuestro, tal como indican varios portales europeos entre los que se destaca France Football.
El otro futbolista cuya familia fue víctima de un episodio similar durante el partido fue el brasileñoMarquinhos. En su caso, eran sus padres los que estaban presentes al momento del ingreso de los delincuentes a la vivienda ubicada en París.
Esta no es la primera vez que Fideo se ve afectado por un delito de estas características. A principios de 2015, cuando jugaba en el Manchester United, un grupo de delincuentes intentó ingresar a su hogar, donde se encontraba junto a su esposa e hijos. Los asaltantes escaparon sin concretar el robo luego de que sonara la alarma de la casa. Aún así, el episodio afectó seriamente a la familia a tal punto que la esposa del futbolista borró de sus redes sociales todas las imágenes de su hogar. Además, abandonaron el lugar y se mudaron a un hotel hasta que dejaron la ciudad.
Otro jugador del PSG, el también argentino Mauro Icardi, había sufrido un robo en enero, cuando el jugador se encontraba yendo a Lorient para jugar ese domingo por la Ligue 1 (su equipo perdió 3-2), según le informó a la agencia AFP una fuente cercana a la investigación. Los bienes robados fueron joyas, relojes y ropa de lujo, entre ellas, varias prendas de Wanda, de las que suele exhibir en sus redes sociales, ya sea luciéndolas o en su vestidor. El monto de lo robado está valuado “en alrededor de 400.000 euros” (unos 485.000 dólares).