
Un operativo rutinario de la Patrulla Rural en La Pampa culminó con el descubrimiento de una trama millonaria ligada al comercio ilícito de carne .
El procedimiento, llevado a cabo por efectivos de la Unidad Regional IV, reveló una importante cantidad de carne con hueso que se pretendía ingresar ilegalmente a las provincias de Río Negro y Neuquén.La intervención tuvo lugar en el acceso a la localidad de 25 de Mayo, donde los agentes de la Patrulla Rural notaron la actitud sospechosa de dos camionetas.
Tras detener los vehículos para su inspección, se encontraron con un cargamento ilegal de carne valuado en 40 millones de pesos, listo para ser introducido en la región del Alto Valle sin cumplir con los controles sanitarios obligatorios.Las camionetas involucradas, una Toyota Hilux y una Ford F100 4×4, transportaban un total de 1.700 kilogramos de carne vacuna. La carga carecía de cualquier tipo de documentación que acreditara su origen y trazabilidad, así como de los correspondientes controles bromatológicos que aseguran la aptitud del producto para el consumo. Además, se constató que la carne no estaba siendo transportada respetando la cadena de frío, un factor crucial para mantener su calidad y evitar la proliferación de bacterias.Los conductores de los vehículos, uno proveniente de la provincia de Mendoza y el otro residente de 25 de Mayo, fueron inmediatamente demorados por las autoridades.
Se les imputó la infracción al artículo 8° de la Ley 817, normativa que regula el transporte de alimentos y establece las condiciones que deben cumplirse para garantizar la seguridad alimentaria.El comisario Juan José Martiní brindó detalles sobre el operativo, confirmando que se realizó a las 5 de la mañana en la curva conocida como “de los 90 grados”, ubicada sobre la ruta Nacional 151. En ese punto estratégico, el personal policial a cargo del subcomisario Miguel Aranda interceptó las dos camionetas, procediendo a la verificación de la carga. El comisario Martiní enfatizó que la carne no solo era ilegal por carecer de documentación, sino que también estaba siendo transportada en condiciones totalmente irregulares, sin las mínimas medidas de higiene y sanidad.Ante la magnitud del hallazgo, se solicitó la presencia de un veterinario del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
El profesional constató lo que ya se presumía: la mercadería no era apta para el consumo humano debido a la falta de controles y a las condiciones de transporte inadecuadas. En consecuencia, se procedió al decomiso total de la carga y a su posterior incineración, siguiendo estrictamente el protocolo sanitario establecido para estos casos.Este incidente pone nuevamente de manifiesto la existencia de un entramado complejo en el mercado negro del asado con hueso, un negocio ilícito que mueve importantes sumas de dinero a pesar de la reciente flexibilización de la barrera sanitaria al sur del río Colorado.
La diferencia de precios entre la provincia de La Pampa y el resto de la Patagonia genera una oportunidad para comerciantes inescrupulosos que recorren cientos de kilómetros para transportar grandes cantidades de costillares hacia el Alto Valle de Río Negro y Neuquén. Estos productos son luego comercializados en carnicerías, sin que el consumidor tenga conocimiento sobre su origen ilegal y la ausencia de controles sanitarios que garanticen su inocuidad.((MI))