En un acto cargado de simbolismo, los ciudadanos de Catriel se unieron alrededor de la torre del acceso sur para reclamar la atención y el respeto que la ciudad merece. La Intendenta Daniela Salzotto expresó con firmeza: «Este abrazo simbólico es en defensa de nuestros derechos. Catriel es la puerta norte de la Patagonia, la capital del petróleo y la energía. No vamos a ceder esos derechos y lucharemos contra quien sea necesario».
Salzotto destacó la situación crítica de la ruta 151, que ha dejado a Catriel aislada. «El estado de deterioro de la ruta nos afecta a diario, permitimos el tránsito hacia Vaca Muerta y el paso de turistas a la Patagonia y no recibimos ninguna regalía, ni de turismo, ni de la fruta. Mientras tanto, nosotros co-participamos a toda la provincia», agregó la intendenta.

La celebración de los 125 años de Catriel será un momento clave para revalorizar la ciudad y exigir a las empresas que explotan sus recursos que cumplan con sus responsabilidades. Salzotto enfatizó que «si el gobernador no lo entiende, los catrielenses se lo harán notar. Las empresas deben pagar lo que deben, porque nos contaminan y solo tapan la tierra empetrolada sin resolver el problema».
La intendenta también abordó la falta de atención médica adecuada en la ciudad, subrayando que los pacientes deben viajar más de 300 km para recibir tratamientos complejos. «Nos contaminan el aire, el suelo, y no recibimos la atención de salud que necesitamos. Vivir en Catriel es un desafío diario que pocos comprenden», señaló.
La posible visita de autoridades provinciales el miércoles será una oportunidad para dialogar, pero Salzotto dejó claro que no se cerrarán las puertas a nadie, salvo a aquellos que atropellen los derechos de la comunidad. «Catriel está en estado de alerta y vamos a resistir hasta las últimas consecuencias. Si es necesario, iremos a la justicia», afirmó.

La intendenta también hizo un llamado a los referentes gremiales y a toda la comunidad para unirse en esta lucha. «Si se viene la prórroga, muchos se quedarán sin trabajo. Todos deben sumarse a esta causa. Catriel no se detiene y está en pie de lucha», concluyó Salzotto.
Catriel se planta firme, en defensa de su derecho a un futuro digno y justo para todos sus habitantes. La lucha continúa y la comunidad está decidida a no rendirse.