Saldría en libertad el femicida cuyo crimen inició el «Ni una menos»

Chiara Páez tenía 14 años y estaba embarazada cuando fue asesinada por su novio, quien fue condenado a 21 años de prisión pero ahora podría esquivar su condena.

El nombre Chiara Páez evoca la violencia machista que existe en Argentina y es sinónimo de la primera marcha nacional Ni Una Menos, que tuvo lugar el 3 de junio de 2015, en la que miles de mujeres salieron a pedir justicia y un alto a la violencia patriarcal después de que la adolescente de 14 años fuera asesinada por su novio, quien supo que estaba embarazada de dos meses.

El femicidio tuvo lugar el domingo 10 de mayo de 2015 en la localidad de Rufino, en la provincia de Santa Fe. La víctima fue brutalmente golpeada y enterrada por Manuel Mansilla, quien fue condenado a 21 años de prisión en 2017. Sin embargo, ahora su defensa pretende que se le reduzca la condena y que se lo vuelva a juzgar por «tentativa de homicidio», un delito que podría acarrear una pena mucho menor y permitirle tener salidas transitorias.
La madre de Chiara, Verónica Camargo, expresó su indignación por esta estrategia legal y afirmó que Mansilla no ha mostrado arrepentimiento por su crimen. La fiscalía y la defensa han apelado la decisión de reducir su condena y están esperando la resolución de los jueces.

El asesinato de Chiara Páez conmocionó a la sociedad argentina y llevó a la creación del movimiento Ni Una Menos, que busca erradicar la violencia machista en todas sus formas. Aunque la familia de Chiara sospechó de la participación de los padres del asesino en el encubrimiento del crimen, la justicia no pudo probar su implicación.

Más allá de todo, todavía el nombre Chiara Páez se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia de género en Argentina y su historia trágica ha inspirado a miles de personas a movilizarse y exigir un cambio.

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