Las Grutas: Playas atestadas y poco cumplimiento de los cuidados por la pandemia

Las Grutas está desbordante de público desde el inicio del feriado, pero el comportamiento de los turistas y residentes en la playa está lejos de los cuidados que se requieren por la pandemia.

Por esto, los prestadores manifestaron en las últimas horas su enojo ante las autoridades. Es que estimaron que existe un 30% de ocupación, que es más del doble de la que se preveía en base al nivel de reservas, y es lo que detonó el malestar.

Ocurre que la municipalidad dejó entrar gente sin controlar ese dato, por lo que terminaron deambulando por la ciudad y alojándose en establecimientos que no estaban habilitados para funcionar, en desmedro de otros que, en base a las exigencias del Estado, se equiparon para prevenir posibles casos de Covid.

“Nos hicieron anunciarle a la gente que sólo podría entrar con reservas, y nos hicieron inspecciones para constatar el cumplimiento de las pautas sanitarias.  En base a eso, nos dieron un sello de calidad para poder funcionar. Pero resulta que después dejaron entrar a todos.  Y el que llegó sin reservar se pudo alojar en lugares no habilitados, porque nadie los controló. Eso fue en desmedro de aquellos que cumplieron con todas las normas, que en muchos de los casos se quedaron con las camas vacías” relató, enojado, un prestador extra hotelero.

Con respecto al control en las playas, la guardia urbana que, a modo de prueba piloto, se implementó a partir del sábado no rindió los frutos esperados.

Las escuetas soguitas que se entregaron para demarcar el espacio que las personas iban a ocupar en la arena (para facilitar el respeto por el distanciamiento obligatorio) lejos estuvieron de la descripción de “cintas delimitadoras”, que anunciaron los partes de prensa.

Al ser ofrecidas por los jóvenes, con la petición de que les fueran devueltas al finalizar la jornada, los turistas las rechazaron sin entender, en la mayoría de los casos, la función que podrían llegar a cumplir.

Además, pocos tomaron en cuenta la sugerencia de alejarse de las playas céntricas y optar por los balnearios ubicados al sur, en momentos en los que estuvo a punto de registrarse la pleamar.

Algunos turistas, sin embargo, trataron de respetar las distancias y otras pautas sanitarias. Pero, a nivel general, reinó el escaso apego a estos cuidados.

Párrafo aparte merece el maltrato que sufrieron los jóvenes de la guardia urbana. Es un grupo de 14 chicos que promedian los 20 años y, pese a abordar de manera amena a la gente, recibieron insultos de gran parte de ese público al que se acercaron, con la intención de brindarles sugerencias.(RN)

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