La decisión del cambio de color fue de la Municipalidad, en un trabajo conjunto con el Observatorio Vial, con el objetivo de disminuir la contaminación visual. Aunque el cambio de color impactó en muchos vecinos, acostumbrados al clásico «amarillo patito», Neuquén no es la única que adoptó esta medida. En grandes ciudades como Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe ocurre lo mismo.

«Está comprobado que en los países del primer mundo, como hay tanta cartelería, el negro hace disminuir la contaminación visual al conductor, al peatón, al ciclista, al motociclista. Hace que solamente uno distinga la luz y no la columna amarilla», explicó Walter Honorio, subsecretario de Obras Menores, Señalización y Mobiliario Urbano, en diálogo con LM Neuquén. «Acá no queremos ser menos», confesó.

Aunque es inconsciente, el hecho de poner la atención en el amarillo de la columna y no en la luz verde, amarilla o roja que indica cuándo poder circular, se podrían generar distracciones y provocar accidentes de tránsito.(LMN)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *