Federico Sacchi :Por qué recomiendo que sean clown un ratito al día

“El clown mira de frente, ojos bien abiertos, cejas arqueadas, Inocencia. Mirada clara, receptiva, abierta a recibir, sentir y conocer. Mirada que anuncia, que informa. Transparencia total hasta cuando intenta ocultar. El clown busca compartir, implicar al que le observa. Le arrebata su deseo de complicidad con los otros. Es como el niño que necesita que sus padres participen constantemente de su aprendizaje y su constante evolución. ‘Mirá, papá, mamá, mirá lo que siento… mirad, mirad y miradme, este soy yo, esto me emociona, esto he descubierto…”, escribe Jara en el libro “El clown un navegante de las emociones”.
El clown nos enseña a encontrar nuestra infancia interior desde su capacidad de juego, de creación y de sorprenderse y entusiasmarse por todo, pero lo que también enseña es a cómo enfrentar desde la emoción todo esto, como enfrentar lo que va sintiendo con el juego, lo que le produce ganar y lo que le produce perder.


Es una herramienta muy importante para la inteligencia emocional de las infancias y la única forma es enseñar el clown desde su real dimensión interna, encontrando y aceptando el error, pero no para burlarse de él despectivamente sino para aprender de él.

Si mencionamos que usamos el conflicto como una herramienta importante para la enseñanza del clown, también podemos decir que durante la infancia, desde este conflicto, los chicos van aprendiendo a manejar sus emociones, pero sobre todo a expresarlas, trabajo que se va realizando desde el juego. Al canalizar sus potencialidades expresa sus sentimientos frente a una u otra situación.
El acompañamiento por parte de la facilitación y la constancia de la familia le darán al infante la seguridad para enfrentar estas emociones; pero sucede que muchas veces esto genera abandono de la persona aprendiz, apoyado lamentablemente por las familias, cortando un proceso muy rico de aprendizaje y manejo de emociones”.
Cuando las familias evitamos que el niño sufra, lo hacemos porque nos duele. Esta acción tiene tendencias egoístas porque debe tener sus mecanismos de superación propia. Muchas familias se enorgullecen de que sus infantes aprendieron a caminar sin gatear y/o que no se golpearon nunca; sin embargo este aparente logro se verá desmagnificado cuando en la niñez se tenga problemas psicomotores, incluso hasta para entender cálculos matemáticos.


En lugar de tratar de proteger a menores de los problemas, debemos ayudarlos siendo veraces por más dolorosa que pueda ser la situación. Explicando, detallando los hechos desde nuestro punto de vista aprenderán simbólicamente el no rechazar ni evadir los conflictos; teniendo la fortaleza emocional para examinar y enfrentar incluso la situación más penosa.
Es necesario aceptar que, cuando tienen la oportunidad, los niños son capaces de ver todos los aspectos de un tema y resolver problemas muy complejos, mejorando la calidad de sus vidas y las de los demás.
Pero no solo debemos enseñar al infante a enfrentar el fracaso, sino también el éxito, puesto que lamentablemente muchas veces el éxito es señal de estancamiento. El ser humano se hace a partir del conflicto, de la necesidad; su capacidad creadora y de supervivencia se desarrolla desde que cortan el cordón umbilical. Cambiar es posible siempre y cuando se produzca una necesidad, cuando tu personalidad afecta cosas que quieres hacer o lograr es el momento para iniciar el cambio.

Las emociones son respuestas físicas de supervivencia, como el miedo que activa inmediatamente este instinto para salvarte.
Debemos tener en cuenta también que, cuando no dejamos que puedan expresar sus emociones, desde la frustración, estamos evitando que su cerebro genere los neurotransmisores como la serotoninas y endorfinas, que se desarrollan a partir de las descargas emocionales. Los elevados niveles de serotonina se asocian incluso a una disminución de la agresión y la impulsividad, evitando así la autorregulación para que el niño pueda enfrentar todo tipo de estrés inhibiendo una sobrecarga de energía para el cerebro.


En la niñez se debería permitír explorar esto. Este aprendizaje emocional nos podría ayudar a cerrar círculos inconclusos e nuestro desarrollo y formación; de esta manera mejorar la calidad de vida del ser humano, desde su comprensión por su propia naturaleza.
“Es como Sócrates dijo “Conócete a ti mismo” en este ideal de comprender la conducta humana, moral y pensamiento, podríamos decir que el conflicto desde la perspectiva clown explicada en este estudio es aquella mayéutica que el filosofo aplicaba para un mayor conocimiento. “Darse cuenta de los propios sentimientos en el mismo momento en que éstos tienen lugar constituye la piedra angular de la inteligencia emocional.

De payamédico a clown por zoom

“En mis primeros años de facultad sentí la necesidad de regalarme un momento en la semana para desdramatizar la vida universitaria y cultivar mi vida con emociones nuevas. Hice un año de entrenamiento de payamédico. Los primeros seis meses fueron de formación y capacitación continua. A los seis meses de iniciado estos estudios empecé a hacer pasantías en los hospitales, explorando continuamente mi paya médico
. Por las fechas y horarios no pude seguir con esto pero luego de un tiempo de la mano de una amiga, comencé una formación de clown, que sigue hasta hoy.
Ahora retomé un espacio con personas de todos los países conectados por zoom, utilizamos técnicas teatrales para sacar nuestro clown y así poder seguir, y hacerme cargo usando esa herramienta para hacer reir.” (RN)

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